La deportación es una de las grandes preocupaciones de los inmigrantes en Estados Unidos. Es un proceso mediante el cual se expulsa del país a un no ciudadano.
En las leyes de inmigración de los Estados Unidos se establece que la deportación puede ser una consecuencia para aquellos migrantes que han cometido un delito grave. En algunos casos, se puede llevar a cabo incluso sin una audiencia migratoria.
El proceso de deportación, también conocido como «remoción», lo realiza el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a través de sus agencias ICE (Immigration and Customs Enforcement). Se trata de un procedimiento legal que afecta a los individuos deportados, pero que también puede tener un impacto negativo en sus familiares.
Delitos que causan deportación
Los delitos definidos como «agravados» en Estados Unidos pueden ser causa de una deportación. No necesariamente se clasifican como felonías o delitos graves por las leyes estatales; sin embargo, para un no ciudadano se consideran graves y son causa suficiente para ordenar la deportación.
En este sentido, algunos delitos que pueden tener un impacto negativo en el estatus migratorio y pueden ocasionar una deportación son:
- Abuso sexual.
- Lavado de dinero.
- Delitos relacionados con armas de fuego.
- Tráfico de sustancias controladas, armas de fuego y/o explosivos.
- Apuestas que lleven al encarcelamiento.
- Trata de blancas y tráfico de personas.
- Evasión fiscal superior a los 10,000 dólares.
- Reingreso de una persona deportada por delito grave.
- Fraude de documentos (entre ellos, pasaporte).
- Conspiración por delito agravado.
- Delitos de bajeza moral (pornografía infantil, robo, violencia doméstica, entre otros).
Los anteriores son tan solo unos ejemplos de delitos que pueden afectar el estatus migratorio de una persona, incluyendo su remoción del páis.
Si un inmigrante es condenado y no cuenta con la residencia permanente, la deportación puede llevarse a cabo sin la realización de una audiencia migratoria.
¿Qué se puede hacer?
Aunque ser acusado de un delito es una situación grave y amenazante, esto no significa que la deportación sea el final del camino. Los no ciudadanos cuentan con derechos como acusados y pueden defenderse legalmente.
Una recomendación para llevar a cabo cuando una persona es acusada de cometer cualquier delito es que acuda con un abogado. En este caso, se debe dar prioridad a los profesionales con experiencia en temas migratorios.
La búsqueda de un abogado puede ser el primer paso para proteger los derechos del migrante. Durante un juicio, el gobierno estará obligado a demostrar la culpabilidad del acusado.
Finalmente, aunque sea encontrado culpable, el inmigrante y su abogado aún pueden ampararse bajo otros recursos legales. Principalmente, existe la moción para anular una sentencia o para llevar a cabo un nuevo juicio.